Cuando se trata de corte, lijado, pulido o desbaste, los abrasivos son protagonistas silenciosos pero esenciales en múltiples procesos industriales y artesanales. Desde grandes obras de metalmecánica hasta trabajos de carpintería de precisión, elegir el abrasivo correcto puede marcar la diferencia entre un trabajo eficiente y uno deficiente.
En este artículo te contamos qué son los abrasivos, cómo se clasifican y qué factores debes tener en cuenta al momento de elegirlos.
¿Qué son los abrasivos?
Los abrasivos son materiales duros y resistentes que se utilizan para desgastar, cortar, pulir o dar forma a otros materiales mediante fricción. Están compuestos por granos abrasivos unidos entre sí o adheridos a soportes como papel, tela o discos.
Estos granos pueden ser:
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Naturales: como el esmeril o el diamante.
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Sintéticos: como el óxido de aluminio o el carburo de silicio.
La elección del grano depende de la dureza del material a trabajar.
Tipos de abrasivos más comunes
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Abrasivos revestidos:
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Granos abrasivos adheridos a un soporte flexible (papel, tela o fibra).
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Usos: madera, pintura, plásticos, metales suaves.
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Abrasivos aglomerados:
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Herramientas en forma de ruedas, discos o piedras con granos unidos mediante aglutinantes.
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Usos: esmerilado de metales, afilado, desbaste.
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Abrasivos superduros:
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Incluyen diamante industrial y nitruro de boro cúbico (CBN).
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Usos: mecanizado de materiales extremadamente duros (cerámicas, carburo, acero templado).
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¿Cómo elegir el abrasivo correcto?
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Material a trabajar:
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Madera o plástico → óxido de aluminio o carburo de silicio.
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Metales ferrosos → óxido de aluminio.
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Metales no ferrosos → carburo de silicio.
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Vidrio, cerámica o piedra → diamante.
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Grano abrasivo (grit):
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Grueso (24–60) → desbaste rápido.
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Medio (80–120) → lijado intermedio.
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Fino (150–320 o más) → acabados suaves y pulido.
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Forma y soporte:
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Discos → corte o desbaste.
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Lijas en rollo o banda → lijadoras manuales o de banda.
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Cepillos abrasivos → acabados y limpieza.
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Velocidad y herramienta:
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Asegúrate de que el abrasivo sea compatible con la herramienta y su velocidad de trabajo.
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Recomendaciones de uso
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No uses abrasivos gastados o dañados.
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Utiliza siempre elementos de protección personal (EPP).
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Almacena en lugares secos y ventilados.
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Reemplaza los abrasivos cuando pierdan eficiencia.
Conclusión
Los abrasivos son aliados fundamentales en múltiples industrias. Conocer sus tipos, características y aplicaciones te permite optimizar procesos, reducir tiempos y obtener mejores acabados.
Elegir el abrasivo correcto no es un lujo, es una necesidad técnica.
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